esquilar a un caballo

Esquilar a un caballo: ¿si o no?

La esquila del caballo es un tema importante y relevante para cualquier persona que trabaje o tenga caballos como mascotas.

Esta práctica tiene varios beneficios. Destacaremos los puntos más importantes sobre la importancia de esquilar a nuestros caballos, cuando debemos hacerlo, cuando no es aconsejable y sus beneficios ( o inconvenientes) para el animal y su dueño.

¿Por qué debemos esquilar a nuestro caballo?

El pelo largo y grueso del caballo puede acumular sudor, suciedad y bacterias, lo que puede provocar irritaciones, infecciones de piel y enfermedades en el caballo. Esto es especialmente importante tener en cuenta cuando se tiene planeado trabajar con este animal , ya que el sudor se acumulará en el pelaje y aumentará el riesgo de problemas de salud en el animal. Por lo tanto, el esquilarlo se vuelve una práctica esencial para prevenir estos problemas y mantener la salud y el bienestar del animal.

Además, el pelo largo puede dificultar la limpieza y el cuidado adecuado del caballo, aumentando el riesgo de problemas de salud.

Por otro lado, existen circunstancias en las que no se recomienda rapar a un caballo. En climas fríos, puede dejar al caballo expuesto a las bajas temperaturas y, por lo tanto, es importante proporcionarle una manta adecuada para protegerlo del frío, si no se dispone de ella es mejor no esquilarlo. También es importante tener en cuenta la edad del caballo, los caballos jóvenes o enfermos pueden necesitar su pelo para mantener su temperatura corporal.

    ¿Como funciona el pelaje del caballo?

    Para poder entender cuando es la mejor época para esquilar a un caballo debemos hablar de como funciona el pelaje del caballo:

    Es cierto que el clima y las temperaturas pueden afectar el crecimiento y la textura del pelo del caballo.

    Por ejemplo, en climas fríos, los caballos tienden a desarrollar una capa de pelo más gruesa y densa para protegerse del frío y mantener su temperatura corporal. En cambio, en climas cálidos, los caballos pueden desarrollar una capa de pelo más fina y corta para ayudar a regular su temperatura corporal y evitar el sobrecalentamiento.

    Sin embargo, no es del todo cierto que si un caballo pasa frío su pelo crecerá más. El crecimiento del pelo del caballo está controlado principalmente por factores hormonales, como la luz y la temperatura, así como por la genética del caballo. Es decir, aunque la temperatura puede influir en la textura y densidad del pelo, no tiene un efecto directo sobre la velocidad de crecimiento del pelo.

    En resumen, la textura y densidad del pelo del caballo pueden verse afectadas por el clima y las temperaturas, pero no por la velocidad de crecimiento del pelo. Es importante tener en cuenta que el cuidado adecuado del pelo del caballo, como la esquila y el cepillado regular, es esencial para mantener su salud y bienestar, independientemente del clima o la temperatura.


    ¿Cuándo debemos esquilar?

    El momento ideal para esquilar a un caballo puede variar dependiendo de la ubicación geográfica y del clima de la región en la que se encuentre, así como de las actividades programadas para el animal.

    En algunas regiones, se recomienda hacerlo a finales de otoño antes de que el pelo grueso crezca demasiado.

    Es muy importante proteger al equino inmediatamente después con una manta adecuada para evitar que pase frio. Una protección adecuada reducirá la cantidad de pelo que necesita nuestro caballos para protegerlo del clima frío del invierno, y permite que el caballo se mantenga en forma durante el invierno sin sobrecalentarse al hacer ejercicio. 


    Pasos para como esquilar a nuestro caballo

    Preparar el equipo necesario: Es importante tener todo el equipo necesario, como unas tijeras, una esquiladora, un peine y una manta para proteger al caballo después de terminar de raparlo.

    Preparar al caballo: Antes de comenzar, asegúrate de que el caballo esté limpio, seco y cómodo. Si el caballo es nuevo en este proceso, asegúrate de acostumbrarlo al ruido de las tijeras o rasuradora y al contacto con el equipo.

    Comenzar la esquila: Debemos comenzar por la quijada inferior, es decir, la mandíbula inferior del caballo. El corte debe ser pausado y siempre a contrapelo. Seguidamente continuamos con la zona de la crin, que debemos haber cepillado previamente. La crin la podemos cortar más o menos dejando una distancia de un centímetro hasta la raíz.

    Después continuamos con el costado del caballo que aunque parezca la parte más fácil de esquilar, no lo es. En esta zona del pelo se crean remolinos, por lo que al cortar debemos intentar hacer semicírculos para ir a contrapelo.

    Al llegar a la cola del caballo haremos un triángulo trazando una línea desde el lateral de la cola hasta la columna vertebral del equino. Este triángulo de unos 10-20 centímetros se suele dejar sin esquilar.

    Por último, necesitaremos alguna mano amiga que nos ayude a finalizar el esquilado de las piernas. La parte del codillo, también llamado codo, es muy delicada por lo que alguien debe sujetar fuertemente la pata del caballo e intentar que la mantenga bien estirada. En caso contrario podríamos dañar la pata del equino con la esquiladora.

    Con paciencia y cuidado ya tendremos a nuestro caballo esquilado de cuerpo entero. La ayuda de alguien, aunque no sea imprescindible, siempre nos vendrá bien.

    Cepillar el pelo restante: Después de esquilar, cepillaremos cepillar todo el cuerpo del caballo para evitar que el pelo cortado cause irritación en su piel .

    Proteger al caballo: Una vez que la esquila esté completa, asegúrate de que el caballo esté protegido del frío y de la exposición al sol con una manta adecuada.

    Esquilar a un caballo puede ser un proceso complicado, por lo que es recomendable contar con la ayuda de un profesional si no estás seguro de cómo hacerlo. Además, es importante tener en cuenta la seguridad del caballo y tomar las precauciones necesarias para evitar cualquier tipo de lesión o incomodidad.

    Os dejamos algunos tips para haceros la esquila un poco mas fácil:

    1. Esquilar siempre a contrapelo, es decir, en la dirección contraria del crecimiento del pelo.
    2. Nunca debemos ejercer fuerza sobre la esquiladora para no hacer daño al caballo. Si no desliza bien la maquina puede ser problema de las cuchillas.
    3. Debemos asegurarnos de que nuestro caballo esté bien sujeto. Sujetarle por la cabezada es la opción más segura. Un truco para que el caballo esté distraído y por lo tanto mas tranquilo es darle un poco de comida, como heno. Así se mantendrá ocupado mientras nosotros le esquilamos. 
    4. Cuidado con las partes sensibles como la cabeza o el vientre. Debemos aprovechar cuando la máquina esté fría para esquilar estas partes.
    5. Según vamos esquilando al caballo es conveniente ir tapándole con una manta. Si el equino siente frío puede ponerse nervioso.

    Tipos de esquilado

    Existen diferentes variedades de esquilado, veamos las más comunes:

    Esquilado tipo pony: consiste en esquilar las zonas del cuello y del pecho, que es por dónde más suda el caballo. Es el más indicado para ponys, de ahí su nombre, que se montan 2 o 3 veces por semana.

    Esquilado de caza: está indicado en caballos de caza. Se basa en esquilar al equino entero exceptuando sus extremidades para que el pelo de las patas lo protegerse del frío y del barro. Además le sirve como amortiguador de golpes, rozaduras o cortes que se pueda hacer. 

    La zona de la silla tampoco se esquila. Se suele dejar la silla puesta para saber por dónde tenemos que esquilar. En esta zona el pelo protege la piel que con tantas horas de monta puede irritarse llegando incluso a producir llagas.

    Esquilado de enganche o de corte señaladoEste tipo de esquilado tiene muchas variedades. Se puede adaptar a cada equino dependiendo de la zona en la que sude más el animal. Este esquilado está indicado para los tradicionales caballos de enganche. Se trata de cortar el pelo del caballo en la parte interior del cuello y del estómago. Amoldándolo a cada equino ampliando hacia los costados según sus necesidades.

    Esquilado de manta El esquilado de manta es parecido al de enganche. La diferencia está en que se quita mayor parte de pelo que en el anterior. Es uno de los tipos de esquilados menos utilizados en la actualidad. Consiste en esquilar la parte del estómago, del pecho y del cuello. Parecerá que el equino lleve una manta puesta, de ahí la procedencia de su nombre.

    Esquilado completo: Este tipo de esquilado se realiza principalmente en caballos que compiten en invierno o que realizan trabajos costosos.

    Beneficios de esquilar

    1. Salud del caballo: Es importante esquilar a los caballos para mantener su salud. El pelo largo y grueso puede acumular sudor, suciedad y bacterias, lo que puede provocar irritaciones, infecciones de piel y enfermedades en el caballo.

    2. Bienestar del caballo: Los caballos pueden sentirse incómodos y tener dificultades para regular su temperatura corporal en climas cálidos o durante el ejercicio intenso si no se les esquila. Al esquilar a un caballo, se le permite una mayor circulación de aire en su piel, lo que lo hace sentir más fresco y cómodo.

    3. Mejor rendimiento: Los caballos esquilados tienen una mayor capacidad para realizar ejercicios y trabajos, especialmente en climas cálidos. Esto se debe a que pueden enfriarse más rápido, lo que les permite trabajar durante más tiempo sin cansarse.

    4. Higiene: Es más fácil mantener un caballo limpio y bien aseado si se le ha esquilado. El pelo largo y grueso puede dificultar la limpieza y el cepillado del caballo, lo que puede aumentar el riesgo de problemas de piel y enfermedades.

    5. Estética: Esquilar a un caballo también puede mejorar su apariencia, ya que elimina el pelo largo y grueso que puede ser desordenado y poco atractivo.

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