Casco de montar -Sydney City-

Genial

Fácil de colocar y una buena opción para caballos asustadizos

Los paneles de malla en los nudillos permiten un movimiento muy natural, sin restricciones. Son comodos incluso en entrenamiento largos.

Me preocupaba el calor, pero estos guantes son increíblemente frescos. El diseño de malla realmente se nota mucho. Además, tienen un buen agarre.

Monto a diario y estos guantes han resistido perfectamente. Me encanta el ajuste ergonómico y cómo protegen las manos del frío sin perder sensibilidad.

Me encanta que se vean tan bien como funcionan. El diseño es moderno y el cierre de velcro es muy práctico. Una gran compra.

El diseño clásico y las líneas simples hacen que mi caballo luzca increíblemente elegante en competiciones. Además, el acolchado es muy cómodo.

La compré para competiciones, pero ahora la uso a diario. El acolchado es fantástico, y el diseño minimalista combina con todo mi equipo. Muy contenta con la compra.

Al principio me costó decidirme por el precio, pero estoy feliz de haberla comprado. La comodidad y la calidad del material hacen que valga cada euro.

El cuero es de una calidad muy buena, y los detalles como las hebillas y la frontalera con brillantes hacen que destaque entre otras cabezadas. Muy recomendable.

Después de 6 meses de uso constante, sigue como nueva. La limpieza también es sencilla, lo cual agradezco porque no tengo mucho tiempo.

Me pareció un poco cara al principio, pero después de probarla entiendo por qué. Es resistente, los ajustes son precisos, y el diseño anatómico marca la diferencia.

Compré esta cabezada hace unos meses y estoy muy satisfecha. Mi caballo, que suele ser sensible, parece mucho más cómodo con este diseño anatómico. Además, los detalles brillantes son preciosos sin ser excesivos.

Había leído opiniones positivas, pero al recibirla quedé impresionada por los detalles y acabados. Es aún más bonita en persona y los acabados y calidad del cuero me sorprendieron.

Es un truco de zapatero-fabricante de calzado a medida. Hasta el cuero más duro del mundo se reblandece con el aceite de pata de buey. Ni sprays ni otros productos milagro.